Thank you for calling

Durante 7 largos años logré mantenerme trabajando en distintos call centers en todo el país.

Así como yo, existen otros 5 mil jóvenes en el territorio nacional que recurren a este tipo de empleo para costearse su educación.

Pero ¡cuidado! Este estilo de vida es un círculo vicioso que nos seduce con la idea de ganar dinero desde temprana edad realizando tareas relativamente fáciles y sin darnos cuenta, los estudios pasan a un segundo plano.

Ese exactamente fue mi caso. Al contar con un ingreso fijo caí en la tentación de “independizarme”.

Cada final de mes y noté que el dinero no alcanzaba para renta y pagos de la universidad. Lentamente, sacrifiqué un cuatrimestre tras otro hasta que llegué a mis 27 años y aún continúo luchando para lograr graduarme.

Es difícil ignorar las miles de ofertas de empleo en el sector que hay disponibles. Sin olvidar que son de los pocos puestos que no requieren de experiencia previa para una contratación.

Durante mis años como empleada de call center, conocí a decenas de personas increíbles, inteligentes y sumamente sobre calificadas para el puesto que desarrollan.

Según las estadísticas, esta población podría verse afectada en un futuro próximo ya que se estima que en menos de 10 años el sector cambiará y exigirá algo más que una segunda lengua.

Así que mi consejo de hoy es para todos aquellos que contestan cientos de llamadas al día: No pierdan el camino, terminen su carrera, porque en unos años serán reemplazados.

Yo pagué por ese puesto

El pasado fin de semana el Grupo Nación en conjunto con el Banco Nacional, Cinde, la Universidad Latina y el Ministerio de Cultura organizaron una feria de empleo llamada El Puesto es Mio en la Antigua Aduana.

Se ofrecieron 4000 plazas, de las cuales la mitad eran puestos de call center.

He aquí lo que no logró entender: decidieron cobrar entrada, exactamente ¢1500 por cabeza!

Saquemos cuentas: si asistieron 13 mil personas, los organizadores se ganaron 19 millones y medio de colones (eso sin contar la ganancia de cada uno de los puestos en la actividad).

Personalmente me parece indignante que le roben de esta forma a una población tan vulnerable como lo son los jóvenes desempleados, quienes pagaron para tener la oportunidad de competir por un puesto.

En teoría ni si quiera la mitad iban a poder conseguir trabajo en ésta feria, y para los puestos que se ofrecían hasta podían aplicar por algún otro medio sin tener que se asaltados de esta forma por los organizadores.

Jóvenes de Costa Rica: no dejen que se aprovechen de ustedes, nunca nadie debe pagar por un trabajo.

Periodismo Digital en Costa Rica

Desde el nacimiento del periodismo digital, los medios tradicionales se ha visto obligados a transformarse para evitar su desaparición.
Los periodistas Diego García, Laura Martínez, Freddy Serrano y Juan Diego López opinan sobre la situación en Costa Rica

Lluvia de Datos

Nuestra labor como periodistas siempre fue tomar la información y transformarla para el lector, y el periodismo de datos no es la excepción.

Ésta rama del ejercicio permite explorar al máximo el uso de búsquedas intensas dentro de la Web, y pone a disposición de los lectores los datos originales sobre los que se llegaron a conclusiones periodísticas.

Las nuevas herramientas tecnológicas son nuestros mejores aliados para dar a conocer ésta información.

De ésta manera, se forma una alianza entre periodista- programador y diseñador: la forma en que presentamos los datos, son vitales para el entendimiento del lector.

El periodista, antes de presentar los datos, debe analizarlos, procesarlos y mostrarlos de una forma dinámica e interactiva, para que atraiga al lector y al mismo tiempo darle la oportunidad de comparar la información.

Así el lector logra una mejor toma de decisiones y crea su propio conocimiento: en mi opinión la razón del ser del periodismo.

Prohibido enfermarse

El miércoles pasado me dirigía camino al trabajo cuando un fuerte dolor abdominal me detuvo en seco…

Mi primera impresión fue que se trataba de un malestar estomacal, así que no le presté  importancia, pero conforme pasaban los minutos el dolor aumentaba

No habían transcurrido 20 minutos cuando ya me era imposible caminar, así que decidí tomar un taxi hasta la Clínica Central del Hospital Calderón Guardia

-cédula, carné y orden patronal; me dice la mujer detrás de la ventanilla de admisiones

-sólo tengo la cédula; le contesté

-si no tiene la orden de la caja, tiene que pasar a la otra oficina porque tiene que pagar la consulta…

Es lo último que recuerdo,  perdí el conocimiento…

A lo lejos podía escuchar a unas mujeres comentando la telenovela, abrí los ojos y estaba en una camilla en un pasillo del hospital…

–          Ya se despertó, mamita pase a las sillas de afuera y espere a que la llamen…

–          No puedo caminar, me duele mucho el vientre

–          Vaya vea si consigue silla de ruedas, pero si no se queda ahí  afuera sentadita

Las lágrimas rodaban por mis mejillas, tenía náuseas y  sudaba frío

–          Porque llora?

–          Me duele mucho, contesté

–          Eso no es para llorar, aquí hay gente hasta con heridas graves y no lloran tanto como usted

Transcurrían las horas y no llamaban mi nombre por el altoparlante. Al preguntar, me dicen que hace mucho lo hicieron pero creyeron que me había ido

La consulta fue fría y condescendiente. El doctor me preguntó si deseo hacerme exámenes porque sin el seguro médico, éstos deben ser pagados

Recordé de inmediato la noticia que redacté el día anterior. niños en Bosnia mueren porque el gobierno no les brinda número de identificación y  por lo tanto no tienen pasaporte ni tarjeta de salud

Entendí como se sienten los extranjeros indocumentados en todo el mundo, recibí el mismo mal trato y  nada de soluciones..

16 horas después, me despidieron con una factura mucho mayor a un pago de matrícula en la ULatina, por tan sólo unos exámenes, acetaminofén para el dolor y la esperanza en que nunca más necesite del seguro social…

 

 

 

 

 

 

 

 

Tira la piedra… esconde la mano

Muchos de nosotros en el oficio del periodismo nos preguntamos: ¿Quién es El Chamuko?

 

En su blog: el Infierno en Costa Rica, él se encarga de darnos su opinión sobre los temas más relevantes de nuestra realidad nacional, pero lo hace de la manera en que un periodista asociado a algún medio pueda, ni deba hacerlo.

Nos enseñan desde el inicio de la carrera de periodismo a escribir de manera objetiva, dejar nuestro propios pensamientos de lado y darle al lector los hechos, así como son y que éste forme su propia opinión acerca del tema.

Pero este no es siempre el caso, estamos en la era de las redes sociales y de cabezas vacías, en donde muchos no saben como opinar de ciertos temas o deducir “como me afecta a mí”.

 

Lo cierto es que personajes como El Chamuko, (nos guste o no a los periodistas) son formadores de opinión, la gente los sigue, retwittea y comparte sus publicaciones porque no son capaces de formar su opinión y toman la suya como propia

En éste punto quisiera aclarar: no critico lo que éste blogero hace, respeto su opinión y su forma de criticar los problemas del país. Personalmente creo que el problema está en todos aquellos que lo han puesto en un pedestal y creen ciegamente en sus publicaciones.

 

Mi consejo a sus más de 100 mil seguidores es: no crean todo los que se publica en los medios de comunicación, pero tampoco deben de hacerlo en alguien que “tira la piedra y esconde la mano”.